Habla Panda

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Naturaleza humana (reflexión)

A pesar de la polémica que causa el hecho de que se le ha dado el papel de víctima a Francia por el atentado del pasado viernes 13, que a Siria por todos los bombardeos y horrores que han estado viviendo durante meses, quisiera decirles a todos los señoritos y señoritas que se encuentran a millas de la zona de guerra y que se han indignado como si de su país se tratara... Dejen la hipocresía.

Y antes que te indignes por lo que te acabo de decir, me estoy refiriendo a aquellos que ocultan su verdadera personalidad tras una fachada de religiosos, solidarios y humanitarios en las redes sociales. Si nos vamos a indignar cada vez que facebook no activa el Safe Check cuando hay un atentado o desastre natural, la sociedad seguirá siendo igual de falsa que en las épocas de la santa inquisición. 

Sí, lo que ocurrió en Francia fue terrible y angustiante para todo el mundo, al igual que lo que viene pasando en Siria. Y sí, es cierto, para alguien que está a miles de kilómetros de la zona de conflicto es difícil imaginarse lo que se vive allí día a día. 

No quiero hacer comparaciones ni tampoco hacerme una víctima, pero justamente anoche tuve un sueño tan vivido que yo lo calificaría como pesadilla. Comenzaba con mi familia en la ciudad de Lima, al parecer habíamos ido para vacacionar, sin embargo de un de repente mientras paseábamos escuchamos el sonidos de metralletas no muy lejos de nosotros. Resulta que a media cuadra, en una casa de tres pisos, unos sujetos que hablaban en un lenguaje extraño disparaban hacia los transeúntes, y por lo que pude escuchar, también tenían rehenes dentro del edificio. Empecé a sentir pánico porque no estábamos tan lejos de ellos, así que rápidamente corrimos hacia un lugar seguro y fue ahí cuando escuchamos una bulla ensordecedora que venia del cielo y entonces...

Boom

Un avión de guerra había lanzado una bomba hacia el edificio haciendo que se desplomara en cuestión de segundos. Una parte de mi estaba aliviada, otra aún seguía temblando de miedo y una tercera parte de mi sentía impotencia y no llegaba a entender ¿por qué dejaron morir a los rehenes? ¿quiénes eran estos rehenes? ¿sus familias se habrán enterado?

Tenía muchas preguntas en la cabeza pero no tuve mucho tiempo para preocuparme por eso porque el escenario había cambiado, estábamos en un carro a toda velocidad, mis padres me decían que teníamos que ir a por mi abuela quién se encontraba cerca de una zona peligrosa, en los alrededores se habían estado produciendo enfrentamientos con armas y bombas.

De nuevo sentí esa angustia en el pecho, ¿valdría la pena ir hasta allá? ¿en verdad valdrá la pena arriesgar a toda la familia para rescatar a una sola persona? Tenía sentimientos encontrados, era mi abuela y no quería que le pasara nada; pero por otro lado, somos nosotros los que nos arriesgamos. En ese momento me di cuenta que ya no me sentía humana, me di cuenta que mi egoísmo combinado con el pánico y el instinto de supervivencia me estaba controlando. 

Con el avanzar del sueño experimenté momentos de terror y de inseguridad a tal extremo que mi mente en verdad pensaba que lo que veía era la realidad. Y si eso fuera así, y yo de verdad me encontraba en una zona de guerra... ¿Hubiera sido capaz de arriesgar mi vida por otros? 

Muchas veces decimos, sin pensar, que daríamos nuestras vidas por un ser amado o por nuestra familia, pero cuando ellos necesitan nuestra ayuda (sea o no una situación de vida o muerte), ¿acaso damos más de lo que podemos dar para solucionar su problema? 

En caso que me estés tildando de egoísta, déjame decirte que no solo escribo por mi. He visto durante mi corta vida a muchos "espectadores"  que solo se dedican a grabar con sus teléfonos o ver pasivamente mientras otra está en necesidad. Como hace un par de semanas en un supermercado conocido cuyo nombre no Tottus mencionaré, había un niño que lloraba gritando "papá", y yo como todos los demás cerca de las cajas lo ignoramos pensando que estaba haciendo una rabieta para que su padre le comprase algo. Sin embargo luego me di cuenta que el niño corría de un lado a otro, sin dirección alguna, se asomaba a las cajas como si buscara a alguien; algunas trabajadoras del establecimiento lo miraban y reían, no se percataban que el niño en realidad estaba perdido y se dirigía a la puerta para salir a buscar a su padre. Si no es porque mi mamá sale de la cola y les da una reprimenda para luego buscar al niño (que por suerte ya se había encontrado con su familia), ellas no se hubieran movido.

¿Y yo? Una vez más no hice nada, y ¿por qué lo digo como si estuviera orgullosa? No es orgullo, es vergüenza, vergüenza de ser indiferente a los problemas de otros, vergüenza de haber sido absorbida por la sociedad indiferente en la que vivo, vergüenza de que siendo como soy podría ser un mal ejemplo para las futuras generaciones.

Volvamos al viernes 13 de noviembre, en París, ¿qué hicieron los parisinos ante el atentado? ¿Corrieron para salvar sus vidas y dejaron a los heridos? No, ellos salieron con quien hayan podido salvar, se ayudaron mutuamente; días después, las colas para donar sangre colapsaron porque todos querían ser de utilidad y ayudar a quien lo necesite aún si no se conocen.

En Siria, aunque hayan muchos vídeos circulando por la red, vídeos de explosiones, matanzas y desesperación; también los hay de esperanza. Como aquel vídeo de un joven (o niño) que se hace el muerto después que una bala es disparada hacia él, solo para salvar a otra persona que se escondía del atacante.

Lo que quiero con este texto sin sentido es que reflexiones, si eres como yo (egoísta e indiferente) cambia, empieza a cambiar porque serás el reflejo de la sociedad en el futuro y luego las nuevas generaciones te verán como un ejemplo creándose así un circulo de indiferencia y egoísmo que podrían llevar al mundo a una cuarta, quinta o enésima guerra mundial.

Y si eres como Francia, o como ese joven sirio, o como cualquier otro ciudadano que se preocupa por que éste sea un lugar mejor, te admiro. Continúa como eres, demuéstrale a esa sociedad hipócrita que se indigna por todo que sí se puede cambiar y sí existen personas que hacen algo para lograrlo.

Concluyo con una frase de Henri Grouès (el Abate Pierre): 

“Il ne faut pas attendre d’être parfait pour commencer quelque chose de bien”

"No hay que esperar a ser perfectos para empezar algo bueno"


viernes, 6 de noviembre de 2015

Recomendación de App: Ingress

No suelo recomendar Apps porque me aburro fácilmente de casi todas las que tengo pero Ingress es uno de los juegos que me ha llamado mucho la atención.
Cuando corres el juego por primera vez, una voz te explica que en realidad lo que te has descargado es una interfaz de la que nadie conoce y no un simple juego. La historia va de que no hace mucho se descubrió una sustancia que podría utilizarse para controlar a la humanidad e inmediatamente te dan a escoger entre dos bandos:

  • Enlightened: Los verdes, su objetivo es hacerse con esta sustancia para dominar la humanidad.
  • Resistance: Los azules, su objetivo es hacerse con la sustancia para destruirla.
Una vez que escojas tu bando la pantalla se convertirá en un radar, mostrándote un mapa de tu ubicación y algunos puntos blancos, verdes o azules. Estos puntos se llaman portales, la idea del juego es capturar los portales y formar links entre ellos para después crear un Control Field (o campo de control). Entre más control field más control tiene una facción sobre el territorio.

Lo atractivo de este juego, a mi parecer, es que te hace caminar, explorar tu ciudad, conocer gente. Es muy útil si te gusta salir a pasear o 'bicicletear'. Otra cosilla que me gusta mucho, aunque aún no lo pruebo, son las misiones que no son nada más que rutas hacia distintos portales que hackear o capturar.

Ingress es realidad un juego que toma mucho tiempo, yo apenas soy nivel 3... en una ciudad con portales enemigos de nivel 8. Con decirles que un día salí a capturar unos portales cercanos a mi casa y a los cinco minutos los habían destruido y tomado los enemigos.

Así que si te gusta caminar, salir en bicicleta o simplemente salir al exterior te invito a que pruebes este jueguito. Eso sí, asegúrate de tener los datos móviles y el gps activado.

Dato adicional: Pertenezco a las resistencia (o sea azulitos)
Dato Adicional 2: Aquí tienes todo el mapa del juego: Intel